“Señor, muéstrame tus caminos,
y enséñame tus sendas.
Guíame en tu verdad y enséñame,
porque tú eres el Dios de mi salvación;
en ti espero todo el día”
SALMO 25: 4 -5
Por el P. Franz Berajano SJ
Iniciamos el tiempo de cuaresma con la celebración del miércoles de ceniza, donde la Iglesia nos invita el camino de conversión y reflexión de nuestras vidas tanto personal y comunitaria.
Las lecturas de este primer domingo de cuaresma giran en torno a fijar nuestra mirada en la misericordia y la confianza en el Dios de la Vida que acompaña nuestro peregrinar en este tiempo de gracia.
El Salmo 25 nos introduce en la confianza del creyente que inicia su peregrinar sabiendo que Dios no lo abandonará; en particular el pasaje 25, 4 – 5. Nos trae a la mente la vivencia diaria de varios hermanos y hermanas que viven su vida personal y de fe confiados en nuestro Dios que no nos abandona nunca, como único refugio en sus vidas.
Para mucha gente pobre que viven en los campos y las márgenes de las grandes ciudades de América Latina, su única posesión es su propia vida y esta se la deben a la infinita misericordia de Dios que está presente en cada acontecimiento de su existencia. Cada día es un paso más hacia el encuentro con él. Pero no con una resignación pasiva, sino desde esa convicción de que Dios muestra el camino de la Verdad y la Vida.
Muchos dicen que “no tenemos la vida comprada”, porque ésta se la debemos al Creador y por esa razón buscamos su mirada, le pedimos luz para que nuestra vida tenga sentido y la vivimos con verdadera dignidad de hijos de Dios. Dios cuida de sus criaturas en cada momento e invita a que muchos podamos contribuir en esta obra por medio de actos de misericordia y de solidaridad con el necesitado.
El Dios de la Vida se manifiesta y se renueva en cada persona que da esperanza y es capaz de sacrificar un poco de si mismo en favor de los preferidos del Padre. “en ti espero noche y día” y esto actos de amor son el rostro misericordioso de Dios manifestado en el amor y la misericordia de sus hijos que dan parte de si mismo para hacer feliz al necesitado.
Renovar nuestra confianza en el Dios del Amor y Misericordia nos compromete a ser instrumentos de su gracia. Esperando en el Dios de la Vida, iniciamos este peregrinar en solidaridad con los preferidos del Padre que nos muestran el rosto de Dios.
Escucha
Polvo eres y en polvo te convertirás
La educación de las niñas en Sudán del Sur
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Ora
Recordemos en nuestras oraciones a los Jesuitas de la Provincia de África Oriental (AOR), cuyo proyecto, Sembrando Semillas de Transformación, tiene como objetivo ayudar a los esfuerzos de reconstrucción en Sudán del Sur. Con el apoyo de CJI y otros miembros de la Red Xavier, el proyecto prioriza la educación, con especial énfasis en atender niñas, debido a sus enormes necesidades, a su papel decisivo en la transformación social y a la importancia de visibilizarlas en la sociedad. AOR gestiona desde 2018 una escuela secundaria, una escuela de formación del profesorado y un instituto agrícola, además de otros programas centrados en la formación profesional, la consolidación de la paz y la promoción e incidencia.